Técnicas de relajación infantil

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En muchas ocasiones, cuando hacemos una evaluación, encontramos que los niños están excesivamente activados y debemos enseñarles

estrategias par controlar su activación.  A la hora de seleccionar las técnicas adecuadas debemos tener en cuenta la edad del niño.

1) Debemos enseñar al niño a identificar las señales que indican que se está poniendo nervioso.  «Cuando nos ponemos nerviosos, nuestro cuerpo nos manda unas señales que debemos escuchar. Los músculos se ponen tensos, rígidos y duros».

2) Enseñamos a los niños a identificar situaciones en las que se ponen nerviosos. «Todos tenemos un termómetro en nuestro interior. Cuando está a 0 no estamos nada nerviosos. Cuando está a 10 estamos muy, muy nerviosos. Cuando está a 5 estamos activos, pero, no estamos muy nerviosos. Vamos a  ver en qué situaciones tu termómetro está a más de 7».

3) Enseñamos la técnica de relajación que consideremos más apropiada según la edad.

* Aprendemos a respirar. «Cuando respiramos profundamente, entra aire bueno que nos hace estar bien y sale en aire malo.  Debemos llenar nuestra barriga con aire como si fuera un globo y cuando notemos que está llena, soltamos en aire por la boca, despacito». Podemos utilizar un globo para mostrar a los niños cómo se hincha el estómago y cómo vaciar poco a poco sus pulmones.

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* Relajación progresiva de Jacobson:

Brazos: Estiro el brazo hacia delante poniendo el puño duro. Tenso durante unos segundos y relajo, hacemos hincapié en la sensación de tensión y en la de relajación para que el niño lo diferencie (está muy duro, ahora está muy relajado, el brazo me pesa no puedo moverlo…) Realizamos el ejercicio dos veces con cada brazo. Primero el derecho y después el izquierdo.

Hombros: Subo los dos hombros hacia arriba, lo mantengo unos segundos y suelto los hombros. Se hace dos veces.

Espalda: Hecho los dos brazos hacia atrás como si fuera a juntar las manos, mantengo unos segundos y suelto. Se hace dos veces.

Abdomen: Aprieto muy fuerte la barriga, comprueba con tus dedos que tu barriga está muy dura. Igual que el anterior.

Piernas: Estiro hacia delante la pierna con la punta del pie también hacia delante, mantengo unos segundos y suelto. Realizo la actividad dos veces con cada pierna.

Todo junto: Relajo las piernas, brazos, hombros y abdomen a la vez. Tenso todas estas partes de la forma explicada anteriormente. Lo realizo solo una vez.

Seguimos con la cara:

Ojos: Apretar los dos ojos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.

Labios: Juntar los labios y apretarlos fuertemente, mantenemos unos segundos y soltamos. Dos veces.

Frente: Pon la frente como si estuvieras enfadado/a, arrugándola. Igual.

Mofletes: Coloca la boca como si fueras a soplar. Igual.

Orejas: Difícil. Concéntrate en ellas e intenta subirlas hacia arriba. No te preocupes sin lo consigues. Igual.

Cuello: Apretamos los dientes muy fuerte. Igual.

Todo  junto: Intentamos tensar toda la cara junta, ojos, labios, frente, orejas y cuello. Lo realizo una vez.

Después intento realizar cuerpo y cara y conjuntamente, tenso piernas, brazos, hombros, abdomen y la cara a la vez. Lo realizo una sola vez, insisto en la relajación de todo el cuerpo, cierro los ojos y noto como mi cuerpo está muy pesado y muy muy relajado no puedo moverlo.

Relajación progresiva de Jacobson.                  descarga

* Relajación en imaginación. El niño puede imaginar un lugar donde se sienta tranquilo y seguro. En las instrucciones, debemos introducir todos los detalles que se nos ocurran para hacerlo más real. El niño puede acudir a este espacio siempre que lo desee.

* Relajación en movimiento. Podemos utilizar distintos juegos para ayudar al niño a discriminar entre estar tranquilo y nervioso:

– Jugamos a pasarnos una pelota y cuando alguien diga STOP debe quedarse quieto como una estatua. Cuando vuelvan a pasar la pelota podrá volver a moverse.

– Ponemos música. Los niños deben moverse al ritmo de la música que puede ir cambiando, más lento, más rápido. Cuando la música se para, ellos deben pararse también.

– Podemos imitar la forma de andar de distintos animales, alternando entre animales lentos (caracol, tortuga) con animales más rápidos ( guepardo, gacela).

– Podemos hacer algunos masajes sencillos como hacer cosquillitas con los dedos,  trazas círculos con las manos…etc.

4) Es importante que tanto los padres como los niños sepan que deben practicar todos los días durante un tiempo hasta que el niño domine la técnica de relajación.  Puede hacer los ejercicios 3 veces al día (al levantarse, al llegar a casa y a la hora de dormir). Las instrucciones tienen que ser sencillas y las sesiones deben de ser cortas (no más de 15 minutos):  En casa, es importante crear un ambiente adecuado para que el niño pueda relajarse:

– Temperatura correcta.

– Sin ruidos.

– Sin prisas.

– Sin estímulos que puedan distraerlo (televisión, música, ordenador…).images (3)

 

* Relajación para niños 

La timidez

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Existe una creencia muy extendida de que los niños tímidos son así y que mejorarán por si solos con la edad. Aunque es cierto que, en ocasiones, esto se cumple, en otras muchas hemos perdido un tiempo precioso que nos habría ayudado a disminuir la gravedad del problema. La timidez es un patrón de conducta caracterizado por un déficit acusado en las relaciones interpersonales y una tendencia estable y acentuada de escape o evitación del contacto social con otras personas. La timidez se manifiesta de distintas formas:
 
1) El niño manifiesta problemas para relacionarse con sus iguales y adultos. No participa en clase, no inicia conversaciones…
2) Aparecen conductas de miedo o ansiedad ante la posibilidad de tener que expresar una opinión, hacer algo delante de sus compañeros…
3) Manifiesta una baja autoestima
La timidez no debe entenderse como un rasgo de la personalidad que está o no presente, sino que se sitúa a lo largo de un continuo en el que un extremo está el sujeto con una timidez leve y en el otro extremo  se situarían los que presentan síntomas más severos y que pueden desembocar en una fobia social. El punto de corte entre la normalidad y la patología nos lo debe dar el grado de interferencia con el funcionamiento cotidiano.
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* Diferentes modelos han intentado explicar el origen de la timidez:
 
a) Genética . Desde este modelo se pone énfasis en la predisposición hereditaria. El temperamento del niño tímido estaría condicionado por factores tanto genéticos como biológicos.
b) Factores ambientales. Muchos son los factores externos que pueden propiciar conductas tímidas en los niños. Cualquier hecho que el niño perciba como amenazante, estresante o desagradable para él, su familia o entorno más inmediato es susceptible de provocar la inhibición de algunos niños. La identificación de estos factores de riesgo es importante para establecer las adecuadas medidas correctoras.
c) Apego. La mayoría de autores coinciden en asegurar una clara conexión entre apego inseguro y retraimiento social.Cuando los lazos afectivos no están bien establecidos ya sea por falta de tiempo, calidad de la relación, distanciamiento físico o abandono del bebé estamos creando las bases para un niño inseguro.
d) Interacción con iguales. Los niños que no se relacionan con sus compañeros corren el riesgo de presentar ciertas dificultades emocionales en su desarrollo. Dado que la interacción se produce en un plano interactivo, el niño retraído provoca menos respuestas sociales positivas en los demás y el resultado es un bajo nivel de contacto social. Si el repertorio social de un niño es reforzado pocas veces, muchos comportamientos importantes pueden resultar suprimidos o extinguidos.
e) Aprendizaje. La teoría del aprendizaje asume que la timidez o el retraimiento social es fruto de una carencia de este aprendizaje o un aprendizaje incompleto o defectuoso. Dentro de estas teorías se han utilizado principalmente 2 hipótesis:
1- La del déficit de habilidades sociales necesarios para iniciar y mantener relaciones sociales.
2- La de interferencia. El niño puede disponer de las habilidades necesarias, lo que ocurre es que no las pone en práctica debido a factores emocionales.
f) Consecuencia o síntoma de otro trastorno.
INTERVENCIÓN EN LA TIMIDEZ
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El primer paso para trazar las líneas maestras de intervención en la timidez es efectuar una evaluación exhaustiva, intentando dar respuesta a cuales son las causas de la misma y en qué situaciones se producen.  La intervención debe efectuarse a medida de cada niño y atendiendo a sus peculiaridades, circunstancias y recursos. Los objetivos del tratamiento son:
1- Aumentar las conductas de interacción con los iguales (compañeros) u otras personas.
2- Disminuir las conductas de inactividad, retraimiento o juego individual.
3- Reducir los niveles de ansiedad social asociados a la interacción en grupo.
4- Corregir los estilos de pensamientos inadecuados (pensamientos irracionales, negativos, de desvalorización personal, etc…).
5- Mejorar su autoestima.A la hora de diseñar la intervención debemos tener en cuenta:
  • En qué punto se encuentra el niño e ir empezando a construir objetivos parciales ajustados a sus posibilidades.
  • Que la intervención debe prolongarse a los diferentes ámbitos (familiar, escolar, comunitario) a efectos de generalizar los diferentes aprendizajes.
  • Deben planificarse actividades sociales de forma progresiva empezando por las situaciones de menor dificultad (encuentro con un amigo) a mayor dificultad (asistencia a una reunión con mucha gente). Debemos asegurarnos del éxito en los primeros retos (planificación de la situación, asesoramiento a colaboradores…).
  • Con niños funciona muy bien, si hay posibilidad, de utilizar un colaborador de su misma edad (puede ser un familiar o amigo próximo) para que le acompañe en las tareas que tiene que realizar.
  • Evita etiquetar a tu hij@.

FUENTE: www.psicodiagnosis.es

Las distorsiones cognitivas en la infancia

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A lo largo del día experimentamos diferentes situaciones que suscitan pensamientos espontáneos que irrumpen en nuestra mente. Todas las personas, incluidos los niños, hacemos interpretaciones de situaciones cotidianas mediante estos pensamientos.Estos pensamientos automáticos se convierten en pensamientos distorsionados cuando suponen una fuente de gran malestar interfiriendo en su vida diaria. Ejemplo: El niño de que no ha sido invitado al cumpleaños piensa: “No me ha invitado, estoy solo, no tengo amigos”.

Estos pensamientos llegan a controlar la manera de ver las cosas del niño, creando una visión negativa de sí mismo, por lo que es importante trabajar con él para modificar estos pensamientos no realistas por otros más adaptativos que ayuden al niño a sentirse mejor (o menos mal) y que no perturben demasiado su manera de actuar.

Ejemplo: El niño que piensa “Estoy solo” al no ser invitado a una fiesta de cumpleaños no solo tiene un pobre auto-concepto, sino que se sentirá triste, y seguramente no tendrá ganas de hacer cosas que hacen los niños de su edad (ir a fiestas, al jardín, excrusiones…).

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¿QUÉ ERRORES COGNITIVOS EXISTEN?

  • Pensamiento Dicotómico: Ver las cosas como blancas o negras, falsas o verdaderas. Ejemplo: Una niña siempre saca un “10” en los exámenes, un día le califican con un 8,9 y piensa “Me ha salido fatal, soy un fracaso total».
  • Sobregeneralización: Ver un simple suceso negativo como un modelo de derrota o de frustración que nunca acabará. Ejemplo: Un niño repite curso por sus bajas calificaciones. Acude a una academia, estudia mucho, se esfuerza y comienza muy bien el nuevo curso, aprueba varios exámenes, suspendiendo el último examen de inglés, el niño piensa: “Siempre me pasa lo mismo, cuando todo me va saliendo bien, me vuelve a salir mal, nunca conseguiré pasar de curso”.
  • Abstracción Selectiva: Poner toda la atención en un detalle, sacándolo de su contexto, ignorando otros hechos más importantes de la situación y definiendo toda la experiencia exclusivamente a partir de este detalle. Ejemplo: Un niño va con sus padres a un centro comercial, hacen muchas cosas agradables (van al parque de bolas, entran a una juguetería, juegan a la consola, comen una hamburguesa y consiguen un juguete…), sin embargo, en un momento de la tarde pide un helado y sus padres le dicen que “no” porque está resfriado, desde ese momento y al marcharse a casa se siente enfadado y rabioso pensando en aquel suceso, olvidando los otros sucesos agradables.
  • Descalificación de las Experiencias Positivas: No tener en cuenta las experiencias positivas por alguna razón y mantener una creencia negativa que realmente no está basada en su experiencia diaria. Ejemplo: Un niño dice que siempre está aburrido, cuando le recuerdas que ha jugado a la consola, que ha ido a un cumple, que ha jugado…te dice “Buenos sí pero solo fue esa vez”, “Bueno es normal que juegue a la consola eso lo hacen todos los niños”.
  • Inferencia Arbitraria: Ver las experiencias como negativas, exista o no evidencia a favor. Existen dos muy frecuentes

a) Adivinación del Pensamiento: decidir que los demás están pensando mal de uno sin tener ninguna evidencia de ello. Ejemplo: Niño que asegura que cae mal a sus compañeros y que siempre hablan de él.

b) El Error de Adivinar el Futuro: Esperar que las cosas salgan mal, sin permitirse la posibilidad de que puedan ser neutrales o positivos. Ejemplo: Niño que no quiere ir a una fiesta porque piensa que no va a conocer a nadie y se va aburrir.

  • Magnificación y/o Minimización: Magnificar sus errores y los éxitos de los demás. Minimizar sus éxitos y los errores de los otros. Ejemplo: Una niña saca buena nota en un examen y piensa que el examen era fácil, gana un concurso de literatura y piensa que ha tenido suerte, rompe sin darse cuenta un juguete de su hermana y piensa “Soy una patosa, una inútil
  • Razonamiento Emocional: Asumir que sus sentimientos negativos son el resultado de que las cosas son negativas. Si se siente mal, esto significa que su situación real es mala. Ejemplo: Un niño se siente ansioso cada vez que duerme fuera de casa y piensa que si duerme fuera puede suceder algo malo.
  • “Debería”: Intentar mejorarse a sí mismo con “debería…”, “tendría que…”, “debo hacerlo mejor”…. La consecuencia emocional de estos pensamientos es la culpa, la ira y el resentimiento. Utilizar los “debería” en vez de “me gustaría”. Ejemplo: “Debería sacar siempre sobresaliente”.
  • Etiquetación: Es una sobregeneralización mayor. Al usar etiquetas se incluyen, o están implícitas, muchas características que no son aplicables a esa persona. Ejemplo: Cuando se equivoca se dice “Soy una persona muy estúpida”. Cuando no consigue algo que quiere se dice “Soy un perdedor”.
  • Personalización: Verse a sí mismo como la causa de algunos sucesos externos desafortunados o desagradables, de los que el sujeto no es responsable. Ejemplo: Un niño reparte caramelos en clase el día de su cumple. Hay un grupo de tres niños hablando y riéndose, y piensa: “Seguro que se están riendo de mí, no tenía que haber repartido caramelos”.

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¿CÓMO PODEMOS AYUDARLE A MODIFICAR ESTOS PENSAMIENTOS?

Debemos ayudar a los niños a modificar estos pensamientos que producen gran malestar (Vamos a llamarles “Pensamientos malos”) por otros más adaptativos (Los llamaremos “pensamientos buenos”), para ello podemos seguir los siguientes puntos:

1º ¿Qué son los pensamientos, las emociones y la conducta?

Explicarle al niño esta triada:

– Pensamiento: Lo que nos viene a la cabeza
– Emociones: Cómo nos sentimos
– Conducta: Qué hacemos

Debemos explicar al niño como nuestros pensamientos influyen en nuestras emociones y por consiguiente en nuestras acciones. Ejemplo: Si no sé me una pregunta del examen y pienso “Seguro que me sale mal”, me siento “nervioso, agobiado y preocupado”, y lo que haré será bloquearme y no seguir con el examen.

2º ¿Cómo identificar «pensamientos malos»?

Los adultos que rodeamos al niño podemos ayudarle a analizar sus diálogos internos. Ejemplo: Siguiendo con el niño que se bloquea en los exámenes, la madre y profesora le preguntan ¿Qué te pasa cuando no te sabes una pregunta? ¿Qué crees que va a pasar? – El niño le dice que tiene miedo a que le salga mal el examen y suspender. Pensar: “Si no me sé una pregunta me saldrá mal el examen” es un pensamiento distorsionado (“malo”) que le hace sentir triste y nervioso que hace que se bloquee.

3º ¿Cómo le ayudamos a cambiar pensamientos malos por buenos?

Podemos contestar con una frase que contenga un pensamiento racional y lógico sobre el mismo “¿Eres adivin@ o tienes una bola mágica? ¿Siempre se cumple todo lo que piensas? ¿Qué ha ocurrido otras veces (en las que no te has sabido una pregunta del examen, por ejemplo)?

Es eficaz que se imaginen a ellos, como si se vieran reflejados en un espejo: “Imagínate que ahora yo soy un amig@ y te digo que pienso lo mismo que tú, ¿cómo intentarías animarme, qué me dirías para que me sintiese mejor?”.

Le ayudamos con un pensamiento alternativo (“bueno”): “Entonces según lo que me dices: ¿Qué podrías hacer para resolver esa situación o sentirte mejor? ¿Qué has hecho en otras ocasiones? ¿Qué te gustaría hacer?”.

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* Material para trabajar las distorsiones cognitivas

Intervención en las fobias infantiles

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Los miedos evolutivos suelen ser transitorios, de menor intensidad y específicos de una época como los miedos a los extraños. Sin embargo, los miedos clínicos o fobias no remiten espontáneamente y necesitan tratamiento.

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Las fobias infantiles son miedos infantiles desproporcionados y desadaptados ante estímulos que no constituyen ninguna amenaza objetiva, de modo que la respuesta es irracional.

Vamos a comentar algunas de las terapias utilizadas para el tratamiento de las fobias infantiles que han recibido más apoyo empírico. Dentro de los tratamientos bien establecidos encontramos:

Desensibilización Sistemática (DS): Las variantes más usadas son: Imágenes EmotivasDS mediante movimiento ocular y DS en vivo. Considerándose la DS en vivo es el tratamiento más eficaz. Consiste en exponer a los niños progresivamente a los estímulos temidos.

Existen tres inconvenientes que hay que tener en cuenta en la aplicación de la DS en niños:

  1. Se aburren habitualmente en el entrenamiento en relajación, incluso con métodos atractivos como la marioneta, el soldadito de plomo o muñeco de trapo y tienen dificultad para su aprendizaje.
  2. La formación de imágenes mentales y su control son complicados en caso de desarrollo cognitivo limitado, ya que las situaciones las imaginan como más atemorizantes de lo que las describe el terapeuta.
  3. No siempre se logra la generalización mental en la realidad física.

Para proteger a los niños, la gradación jerárquica debe ser muy escalonada, de modo que no se suele usar inundación en vivo excepto en dos excepciones: situaciones de emergencia en las que no se puede demorar una intervención médica y cuando la fobia escolar están interrumpiendo la asistencia a clase.

Práctica reforzada: Consiste en sucesivas aproximaciones a los estímulos fóbicos en vivo (práctica), seguidas de consecuencias positivas (reforzadas). Con frecuencia, el procedimiento básico se completa con dos elementos: las instrucciones para facilitar la conducta de aproximación y la retroalimentación para fortalecerla.

Modelado sin participación. Se pueden utilizar distintos tipos de modelado:

  • Modelado simple (un solo modelo).
  • Modelado múltiple (varios niños). Se ha comprobado que los niños tratados con modelado múltiple lograban tareas más complicadas.

Modelado con participación. Esta técnica se utilizó para fobias con serpientes con dos variante, no encontrándose diferencias entre ambas variantes.

  • Activa: El niño se acercaba al terapeuta con la serpiente.
  • Pasiva: El niño permanecía inmóvil mientras el terapeuta acercaba al animal.

Modelado participante. Incluye el modelado más práctica guiada. Cuando el niño vacila el terapeuta puede cogerle de la mano, y progresivamente le va retirando la guía física.

Autoinstrucciones de valentía. Un ejemplo sería, “Soy un chico valiente, sé cuidar de mí mismo”. Este tratamiento se mostró superior a las autoinstrucciones positivas centradas en la situación, las relacionadas con la amenaza situacional, las neutras y la lista de espera.

En resumen, podemos considerar que existen tres tratamientos psicológicos bien establecidos para las fobias y miedos infantiles: la DS en vivo, la práctica reforzada y el modelado participante, que comparten:

  1. La interacción del niño o adolescente con el estímulo fóbico.
  2. La graduación de la interacción con el estímulo fóbico.
  3. La realización en vivo de la interacción con los estímulos fóbicos.

El tratamiento básico de elección de las fobias en la infancia y adolescencia es la interacción gradual in vivo, complementado progresivamente con elementos adicionales, como agentes inhibidores de la ansiedad, control de estímulos y manejo de contingencias, modelado, siguiendo la regla de parsimonia terapéutica.

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Bibliografía:

Pérez Álvarez, M., Fernández Hermida, J. R., Fernández Rodríguez, C. y Amigo Vázquez, I. (Coords.) (2003). Guía de tratamientos psicológicos eficaces (3 vols.). Madrid: Pirámide.